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lunes, 13 de mayo de 2013

La gestión privada mola

Mucho tiempo se lleva hablando acerca de qué manera hay que gestionar la sanidad pública, se dice que "la gestión privada es más eficiente", que con ella "se optimizan más los recursos", que con "menos dinero se puede hacer más", y que todo eso ayudará a sanear la sanidad.

Pues bien, voy a partir de una premisa, supongamos que toda esa hipótesis es cierta, que una gestión privada es mucho más eficiente y mejor que una gestión pública. ¿Eso qué implicaría?

1º Implica que curar a una persona resultaría mucho más barato, ya que al optimizar recursos se utilizarían únicamente aquellos que deben de ser utilizados.

2º El punto 1 implica que todos esos recursos ahorrados podrían invertirse en otros aspectos, como puede ser mejora de los equipos y de las instalaciones, mantenimiento de las mismas o contratación de mejores profesionales.

3º El punto 2 implica que al mejorar los medios y tener mejores facultativos hacen que curar a una persona resulte mucho más sencillo porque es más fácil detectar la dolencia y por lo tanto abarata costes y nos lleva al punto 1 nuevamente.

4º Por último implica que esa empresa privada obtendrá beneficios, porque ese es uno de sus cometidos, realizar una inversión, recuperarla y ganar dinero.

Todo esto es maravilloso la verdad, con qué simpleza la privatización ayudaría a sanear la sanidad pública y nos resolvería tantos problemas. Ponemos a gente competente a gestionarla, le sacan todo el máximo partido y a cambio obtienen pingües beneficios. Y digo yo, ¿todo esto no es una prueba de la incompetencia de aquellos que la gestionan actualmente? ¿Y no es curioso que esos mismos gestores sean los políticos que abogan por la privatización de la sanidad? ¿No sería más simple que reconocieran su incompetencia para gestionarla y dejaran su lugar a personas capacitadas que pueden hacer lo mismo que un gestor privado, pero sin vender la salud de todos? Es más, y todos esos beneficios que generaría se podrían reinvertir directamente en todos los accionistas, es decir, los ciudadanos.

No sé, llamadme loco, pero que un político encargado de gestionar la sanidad salga diciendo que está mal gestionada y que debería venderse para que otros lo hagan mejor es como que el encargado de mantenimiento de una fábrica dijera que en esa empresa el mantenimiento se lleva de pena, que sería mejor subcontratar a una empresa de mantenimientos para que lo realizara mejor que ÉL.

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