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viernes, 13 de abril de 2012

Las verdades de los políticos (II)

Continuo con la última entrada, hoy empujado a hacerlo para dejar patente cómo el gobierno, representado por nuestros gobernantes políticos, defiende a España hasta la extenuación, sin dejar la menor duda ante su patriotismo. Me refiero, como no puede ser de otro modo, a la férrea defensa hacia Repsol que está llevando acabo el ejecutivo español. Están intercediendo para que un país como Argentina no desprestigie a una importante empresa española robándole lo que con tanto esfuerzo se habían ganado, provocando con ello importantes pérdidas económicas, algo que en estos tiempos de crisis es inadmisible, imperdonable y que debería sacarnos a todos a la calle para manifestarnos en frente del consulado argentino para mostrar nuestra más enérgica repulsa a unos hechos tan sumamente denigrantes, que están siendo llevados a cabo por un país sin ningún respeto hacia los intereses del nuestro.

El mensaje que están mandando es claro, debemos unirnos ante las críticas hacia nuestro país, y luchar por nuestros intereses y para que las ofensas a empresas como Repsol, o a nuestros deportistas, no queden impunes. Y en eso el ejecutivo está invirtiendo los esfuerzos necesarios para conseguirlo. Como también se ha hecho con las palabras apocalípticas de Sarkozy calificando la economía española como ruinosa, acto que no hace mas que incrementar la presión hacia nuestra economía, aumentar el descontento de los mercados, hacer subir la prima de riesgo, y por lo tanto aumentar los intereses de la deuda pública, que pagamos entre todos los españoles. Gracias a la rápida reacción del gobierno al respecto diciendo textualmente que son unas palabras "muy acertadas", han conseguido defender los intereses de su España, dejando patente que si estamos en la situación en la que estamos es culpa de la otra España, y que si lo dice el señor presidente de la República Francesa por algo será.

Estos actos de patriotismo del gobierno, no hacen mas que acercarles más, cada día que pasa, al cielo.

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